EL ACORDAOS A LA VIRGEN DEL CARMEN
Acordaos, Reina del Carmelo,
Amparo y consuelo del triste mortal,
Que ninguno jamás te ha invocado
Que no haya logrado remedio a su mal.
Animado con tal confianza,
Oh dulce esperanza de mi corazón,
A tus plantas me postro este día
E imploro, María, tu fiel protección.
No desoigas, oh Virgen clemente,
Mi ruego ferviente, mi triste clamor,
Y que encuentre yo en tu Escapulario
Escudo y sudario, prenda de tu amor.
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