CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
El devoto de la Virgen del Carmen procurará cada día -cuando mejor pueda- hacer esta consagración a su Madre:
"¡Oh María, Reina y Madre del Carmelo! Vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y beneficios como he recibido de Dios a través de tus manos.
Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente y aumentes en mí la fe, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirle el tributo de mi humilde homenaje.
El santo escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mí prenda de tu particular protección en luchas de cada día y constantemente me recuerdes el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.
De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.
¡Oh, Madre amabilísima! Sostenme con tu amor indefectible, a fin de que a mí, pecador indigno, me sea concedido un día cambiar tu escapulario por el eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el reino de tu Hijo". Amén
CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
Virgen del Carmen, oh Madre mía, me consagro a Tí,
y confío en tus manos- mi existencia entera.
Acepta mi pasado con todo lo que ha sido.
Acepta mi presente con todo lo que es.
Acepta mi futuro con todo lo que será.
Con esta total consagración
te confío cuanto tengo y cuanto soy,
todo lo que he recibido de tu Hijo Sacratísimo
y de tu Esposo Santísimo.
y confío en tus manos- mi existencia entera.
Acepta mi pasado con todo lo que ha sido.
Acepta mi presente con todo lo que es.
Acepta mi futuro con todo lo que será.
Con esta total consagración
te confío cuanto tengo y cuanto soy,
todo lo que he recibido de tu Hijo Sacratísimo
y de tu Esposo Santísimo.
Te confío mi inteligencia, - mi voluntad y mi corazón.
Pongo en tus manos mi libertad, mis ansias y
mis temores,-mis esperanzas y mis deseos,
mis tristezas y mis alegrías.
Cuida de mi vida y todas mis acciones para que
sea más fiel al Señor Trino y Uno,
y con tu ayuda alcance la salvación.
Pongo en tus manos mi libertad, mis ansias y
mis temores,-mis esperanzas y mis deseos,
mis tristezas y mis alegrías.
Cuida de mi vida y todas mis acciones para que
sea más fiel al Señor Trino y Uno,
y con tu ayuda alcance la salvación.
Te confío, Oh gran Señora,
mi cuerpo y mis sentidos,
para que sean puros siempre y me ayuden en el ejercicio de las virutdes.
mi cuerpo y mis sentidos,
para que sean puros siempre y me ayuden en el ejercicio de las virutdes.
Te confío mi alma, para Tú la preserves de
las tentaciones del mundo,-
de la carne, - y de Satanás.
Hazme participar de una santidad- similar a la tuya;
vuélveme conforme a Jesucristo,- ideal de mi vida.
las tentaciones del mundo,-
de la carne, - y de Satanás.
Hazme participar de una santidad- similar a la tuya;
vuélveme conforme a Jesucristo,- ideal de mi vida.
Te confío mi entusiasmo- y el ardor de mi devoción
para que me ayudes- a no envejecer en la Fe.
para que me ayudes- a no envejecer en la Fe.
Te confío mi capacidad y ganas de amar
como has amado Tú,- y como Jesús quiere que se ame .
como has amado Tú,- y como Jesús quiere que se ame .
Te confío mis incertidumbres y mis angustias,
para que en tu Corazón- encuentre seguridad,
- sostén y luz- en cada instante de mi vida.
para que en tu Corazón- encuentre seguridad,
- sostén y luz- en cada instante de mi vida.
Con esta consagración
me empeño en seguir tu vida
de humildad,- mansedumbre,- y pureza.
Acepto las renuncias y los sacrificios
que esta elección conlleva y te prometo con la gracia de Dios y con tu ayuda
ser fiel al empeño tomado.
me empeño en seguir tu vida
de humildad,- mansedumbre,- y pureza.
Acepto las renuncias y los sacrificios
que esta elección conlleva y te prometo con la gracia de Dios y con tu ayuda
ser fiel al empeño tomado.
Oh, Madre de todos los hombres,
Soberana de mi vida y de mi conducta,
dispón de mí- y de todo lo que pertenece
para que camine siempre en el Evangelio
bajo tu guía, oh Estrella del Mar.
Soberana de mi vida y de mi conducta,
dispón de mí- y de todo lo que pertenece
para que camine siempre en el Evangelio
bajo tu guía, oh Estrella del Mar.
Oh Reina del Cielo y de la Tierra,
Madre Santísima del Redentor,
soy todo (a) tuyo (a), - oh Virgen del Carmen,
y a Ti quiero unirme ahora y siempre
para adorar a Jesucristo, - juntoa los Angeles
y a los Santos, ahora y por los siglos de los siglos.
Madre Santísima del Redentor,
soy todo (a) tuyo (a), - oh Virgen del Carmen,
y a Ti quiero unirme ahora y siempre
para adorar a Jesucristo, - juntoa los Angeles
y a los Santos, ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.
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