SALVE MARINERA A LA VIRGEN DEL CARMEN

ROSARIO A LA VIRGEN DEL CARMEN DE JACULATORIAS

 

ROSARIO A LA VIRGEN DEL CARMEN DE JACULATORIAS POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

  

ACTO DE CONTRICIÓN  

     Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí; pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como vos; antes querría haber muerto que haberle ofendido, y propongo firmemente ayudado por tu divina gracia, no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amen.

 

Misterios Gozosos

(Lunes y sábado)

 

PRIMER MISTERIO

1.   La encarnación del Hijo de Dios. 

En lugar del Padre Nuestro se reza una Salve Reina:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.  Amén. 

En lugar del Ave María se dice:

V. Por tu Santo Escapulario, Virgen del Monte Carmelo,

R. Cúbrelas con tu manto y llévalas pronto al Cielo! 

En lugar de Gloria se dice:

V. Dales Señor, el descanso eterno

R. y brille para ellas la luz perpetua.

V. Descansen en Paz.

R. Amén. 

Oración entre cada decena:

“Oh Jesús, siempre justo en la sentencia. Por las almas benditas yo te ofrezco todo ayuno, vigilia o abstinencia y cualquier obra buena en que merezca. Todo el rezo, el trabajo, la indulgencia. Lo que sufro, callo y padezco. Y ofrezco, por alivio en sus quebrantos, los méritos de Cristo y de los Santos. Piadosísimo Jesús, mira con benignos ojos las almas de los fieles difuntos, por los cuales has muerto, derramado tu sangre, y recibido tormentos de cruz. R. Amén.”


SEGUNDO MISTERIO

2. La visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel. 

En lugar del Padre Nuestro se reza una Salve Reina:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.  Amén.

 

En lugar del Ave María se dice:

V. Por tu Santo Escapulario, Virgen del Monte Carmelo,

R. Cúbrelas con tu manto y llévalas pronto al Cielo!

 

En lugar de Gloria se dice:

V. Dales Señor, el descanso eterno

R. y brille para ellas la luz perpetua.

V. Descansen en Paz.

R. Amén.

 

Oración entre cada decena

“Oh Jesús, siempre justo en la sentencia. Por las almas benditas yo te ofrezco todo ayuno, vigilia o abstinencia y cualquier obra buena en que merezca.

Todo el rezo, el trabajo, la indulgencia.

Lo que sufro, callo y padezco.

Y ofrezco, por alivio en sus quebrantos, los méritos de Cristo y de los Santos. Piadosísimo Jesús, mira con benignos ojos las almas de los fieles difuntos, por los cuales has muerto, derramado tu sangre, y recibido tormentos de cruz. R. Amén.”

 

TERCER MISTERIO

3. El nacimiento del Hijo de Dios.

 

En lugar del Padre Nuestro se reza una 

 Salve Reina:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.  Amén

 

En lugar del Ave María se dice:

V. Por tu Santo Escapulario, Virgen del Monte Carmelo,

R. Cúbrelas con tu manto y llévalas pronto al Cielo!

 

En lugar de Gloria se dice:

V. Dales Señor, el descanso eterno

R. y brille para ellas la luz perpetua.

V. Descansen en Paz.

R. Amén.

 

Oración entre cada decena

“Oh Jesús, siempre justo en la sentencia. Por las almas benditas yo te ofrezco todo ayuno, vigilia o abstinencia y cualquier obra buena en que merezca.

Todo el rezo, el trabajo, la indulgencia.

Lo que sufro, callo y padezco.

Y ofrezco, por alivio en sus quebrantos, los méritos de Cristo y de los Santos. Piadosísimo Jesús, mira con benignos ojos las almas de los fieles difuntos, por los cuales has muerto, derramado tu sangre, y recibido tormentos de cruz. R. Amén.”

 

CUARTO MISTERIO

4. La Presentación del Señor Jesús en el templo.

 

En lugar del Padre Nuestro se reza una 

 Salve Reina:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.  Amén

 

En lugar del Ave María se dice:

V. Por tu Santo Escapulario, Virgen del Monte Carmelo,

R. Cúbrelas con tu manto y llévalas pronto al Cielo!

 

En lugar de Gloria se dice:

V. Dales Señor, el descanso eterno

R. y brille para ellas la luz perpetua.

V. Descansen en Paz.

R. Amén.

 

Oración entre cada decena

“Oh Jesús, siempre justo en la sentencia. Por las almas benditas yo te ofrezco todo ayuno, vigilia o abstinencia y cualquier obra buena en que merezca.

Todo el rezo, el trabajo, la indulgencia.

Lo que sufro, callo y padezco.

Y ofrezco, por alivio en sus quebrantos, los méritos de Cristo y de los Santos. Piadosísimo Jesús, mira con benignos ojos las almas de los fieles difuntos, por los cuales has muerto, derramado tu sangre, y recibido tormentos de cruz. R. Amén.”

 

 

QUINTO MISTERIO

5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.

 

En lugar del Padre Nuestro se reza una 

 Salve Reina:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.  Amén

 

En lugar del Ave María se dice:

V. Por tu Santo Escapulario, Virgen del Monte Carmelo,

R. Cúbrelas con tu manto y llévalas pronto al Cielo!

 

En lugar de Gloria se dice:

V. Dales Señor, el descanso eterno

R. y brille para ellas la luz perpetua.

V. Descansen en Paz.

R. Amén.

 

Oración entre cada decena

“Oh Jesús, siempre justo en la sentencia. Por las almas benditas yo te ofrezco todo ayuno, vigilia o abstinencia y cualquier obra buena en que merezca.

Todo el rezo, el trabajo, la indulgencia.

Lo que sufro, callo y padezco.

Y ofrezco, por alivio en sus quebrantos, los méritos de Cristo y de los Santos. Piadosísimo Jesús, mira con benignos ojos las almas de los fieles difuntos, por los cuales has muerto, derramado tu sangre, y recibido tormentos de cruz. R. Amén.”

 

 

LETANÍAS POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

 

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